Cuestionario HDS 27 // Patricio Rago

21 preguntas para el siglo 21

  1. Si pudieses decirle una cosa a Borges, ¿qué le dirías?

Creo que le diría lo mismo que le dije al Diego cuando lo vi: Gracias por todo. 

  1. ¿Quién es para vos el número 2 de literatura argentina?

Saer. Lo amo, pero Jorgito es lo más. 

  1. Es la noche en que Romeo y Julieta planean escaparse juntos, ¿qué les dirías?

Que por favor armen un plan de fuga que no dé lugar a confusiones, un plan que los dos tengan bien en claro en qué consiste. Yo sé por qué se los digo.  

  1. Te nombran presidente de los escritores del mundo, ¿cuál es tu primera medida?

Reforma agraria y cultural. Le saco todas las propiedades, las editoriales y los medios de difusión a los escritores chetos y las distribuyo entre los pobres. Ya fue.  

  1. ¿Cuál pensás que es el rol del escritor en ésta época? ¿hay una misión, cumple una función? ¿cómo es tu caso?

Creo que el rol del escritor es siempre el mismo en todas las épocas: contar historias. Su misión, si es que tiene, es narrar, y la función, si es que tiene, es emocionar, hacer que le pasen cosas en el cuerpo a los lectores, poner en palabras problemáticas de su tiempo y eternas, sensaciones, canalizar energías cósmicas como hacen los brujos y los músicos, hacer pensar, cautivar, sacudir, no sé. En mi caso, yo me siento un simple narrador de historias, como los nómadas alrededor del fuego, los abuelos con sus nietos, los borrachos en los bares. 

  1. Si no fueses escritor, ¿de qué otro modo fracasarías?

En mis próximas reencarnaciones me gustaría ser matemático, ajedrecista, músico, hacker, pescador brasilero o siciliano. En todas, igual, calculo que también voy a ser lector, eso sí. 

  1. Recomendanos un libro, una película, una canción, una bebida.

El hombre que se enamoró de la luna de Tom Spambauer, El gran pez de Burton, Across the universe de Los Beatles y un vodka polaco que se llama Zubrowska y que es una fiesta. 

  1. Si pudieses elegir un superpoder, ¿cuál sería y qué harías con él?

Me gustaría tener la capacidad de revertir el curso del tiempo y modificarlo. Lo primero que haría es ganar mucha guita con las apuestas, la lotería y los casinos. Y con esa plata me pongo a financiar a la economía social y popular. Pongo fábricas para que las laburen los trabajadores, compro tierras y se las doy a los campesinos, instalo mercados populares, escuelas y centros de salud en todo el país. 

  1. ¿Recordás tu primera fascinación por la literatura? ¿Cuándo empezó tu necesidad o tu deseo de escribir? Queremos tu historia de origen.

Tenía quince años cuando mi viejo me habló por primera vez de Nietzsche. Fue un mazazo en la cabeza. Ahí arrancó todo, empecé a leer filosofía, después literatura y al poco tiempo arranqué a escribir. Fueron unos poemas cursis que por suerte se perdieron con alguna carpeta de colegio. 

  1. Si tuvieses que elegir uno, ¿cuál sería tu apocalipsis favorito?

Se me ocurren dos. 

Uno podría ser una invasión extraterrestre en la que nos bombardean con alguna droga psicoactiva que nos hace reír sin parar hasta la muerte. 

Otro, que no está tan lejos de la realidad, sería que la humanidad de repente se volviera estéril. Y listo, todos a coger sin forro y a disfrutar mientras dure. El último que apague la luz. 

  1. Estás muerto, pero te es permitido volver espectralmente a algún punto de tu vida y decirle algo a alguien: ¿a qué momento volvés y qué dirías a quién?
Tapa del libro Ejemplares Únicos, de Patricio Rago

Volvería a unos días antes de mi muerte y le diría a la gente que quiero que se reserve la fecha y hacemos una buena fiesta de despedida. Nos la pegamos en la pera, olvidate. 

  1. ¿Por qué escribís? ¿Para qué? ¿Para quién?

Escribo porque me gusta, porque lo disfruto. Como disfruto comer, coger, dormir, cagar, jugar a cualquier cosa, mirar el horizonte, o estar flotando en agua tibia. Me hace bien, me libera la cabeza, me mejora el día. Escribo para pasar el rato, para entretenerme. Y escribo, primero, para mí, y después, si me gusta y me parece que vale la pena, para los demás. Pero sólo después. Escribir y publicar son dos cosas muy diferentes. 

  1. ¿Qué es un fantasma para vos? Si fueses a devenir en un monstruo, ¿cuál y por qué?

Un fantasma puede ser un miedo, un sueño, un recuerdo, una cantidad de energía concentrada, no sé. Nunca vi uno. No sé mucho de monstruos, creo que sería alguno de los de Monster Inc., o uno de esos monstruos jodones de los cuentos populares, de esos que hacen bromas todo el tiempo.  

  1. ¿Cómo te ves en diez años? y, si pudieras viajar diez años al pasado, y decirte una cosa a vos mismo, ¿qué te dirías?

En diez años me veo no muy distinto de ahora. Un poco más viejo, claro. Pero igual, leyendo, escribiendo, yendo a Aristipo. Juntándome con los pibes a morfar y a escaviar, sentado en una reposera con mi bienamada mirando el atardecer y pensando formas de cambiar el mundo. 

Si pudiera viajar al pasado me diría que me ponga las pilas y me lave los dientes. Ah, y otra cosa: un vaso de escavio, uno de agua, uno de escavio, uno de agua, cuando entendés esto tu vida cambia por completo.   

  1. ¿Cuáles son tus escritores favoritos? ¿Cuáles son tus poetas?

Uff, tengo varios, te tiro algunos: Faulkner, Borges, Onetti, Sartre, Marguerite Yourcenar, Joseph Roth, Dostoievski, Saer, Flannery O’Connor, Kawabata… Mis poetas son: Olga Orozco, Szymborska, Vallejo, Pessoa, Idea Vilariño, Roque Dalton, Artaud… 

  1. ¿Qué es la mentira para vos? ¿Es posible no ejercerla? ¿Es humana o es culpa del lenguaje? ¿Existe la mentira estética? ¿Toda mentira es vil?

Creo que hay que tratar de decir siempre la verdad de la mejor manera posible. Con amor, sin crueldad. A veces no es fácil o no es posible, pero siempre hay que tratar. Me parece que muchas veces se confunde la mentira con la ficción, y son dos cosas muy diferentes. No creo que toda mentira sea vil, habría que evaluar cada caso en particular. 

  1. Estás agonizando y la única persona que está cerca es tu editor: con tu último aliento, qué es lo último que le dirías. (puede ser un reproche)

Le diría que por favor no publique ni mis diarios ni mis escritos de juventud, que no sea hijo de puta. 

  1. Si a punta de pistola tuvieses que narrar tu historia sentimental, en tercera persona y en dos líneas, ¿qué dirías?

Sería bastante aburrido: Patricio Rago fue un hombre muy afortunado, amó y fue amado. Nunca le rompió las bolas a nadie ni dejó que se las rompieran a él. Ese fue el secreto de su felicidad. 

  1. Forma y contenido. ¿qué te es más arduo? ¿qué te interesa más y por qué?

Creo que siempre es más difícil la forma que el contenido. Una buena historia, una buena idea siempre se puede encontrar por ahí, la podés leer en el diario o escuchar en un bar, el tema es escribirla. Me interesan siempre las dos. Una buena historia y bien contada. 

  1. ¿Le encontraste algún sentido a las cosas? ¿Sabés por qué te levantás cada mañana? Contanos, ¿cómo hacés y por qué?

¡Pero claro que sí! ¡La vida es una fiesta, papá! Lástima que haya unos hijos de puta multimillonarios que quieren siempre más y más guita y que le cagan la vida a las demás personas. Pero dejando de lado eso, la vida es increíble, posta, vale la pena vivir cada instante. 

Y me parece también que el sentido no es tan importante. La vida antecede al sentido. Digamos que el sentido es un concepto o una categoría que el ser humano inventó en un momento dado. Y si tuviera que pensar un sentido, para mí el sentido es el amor. El amor es la papa, la sal de la vida. Todo lo que hacemos lo hacemos de alguna manera por amor, para querer y ser queridos. Yo me levanto cada mañana para amar y ser amado, para sentir cosas y vivir experiencias. Mi secreto es tener un desayuno delicioso, eso ayuda mucho. Después, durante el día, siempre estoy pensando de que manera mejorar la experiencia de mi cotidianidad. Es bastante divertido. 

  1. ¿Recordás la última vez que viste o sentiste algo por primera vez?

No hace mucho fui a la casa de mis abuelos, agarré un pelapapas que mi abuelo había traído de Suiza y pelé una zanahoria y no lo podía creer. Ay, por favor. No sabés, se cortaba sola, la hoja se deslizaba sobre la zanahoria como si la zanahoria la succionara y tirara de ella. Increíble, sin el mínimo esfuerzo, acompañando apenas el movimiento, pelabas la zanahoria con una placidez que no se podía creer, nunca me había pasado algo así. En serio te lo digo. Toda mi vida me la había pasado pelando verduras con unos pelapapas todos oxidados que no pelaban una goma. Fue una sensación única. El milagro de la técnica pensada para mejorar la experiencia humana.  

Dejanos una canción que ames para que los lectores lean tus respuestas escuchándola.

El cuarteto de cuerdas Nro 5 de Philip Glass. 

Patricio Rago nació en Buenos Aires en 1982.
Se formó como lector en las librerías de calle Corrientes y en los puestos de Parque
Centenario y Rivadavia. Vivió en Roma, Berlín y Barcelona. Fue jugador de hockey
profesional, obrero metalúrgico y de la construcción, barman, pintor, cadete, jardinero,
repositor de supermercado, mozo, galerista, intérprete simultáneo y profesor de inglés.
Colaboró con varias revistas y publicó las novelas Una tumba en el aire (Editorial Somnis,
Barcelona, 2010) y Silenzio (Edizioni Dalla Costa, Bérgamo, 2014).
Es librero en Aristipo Libros, una pequeña librería de usados especializada en
literatura, filosofía y ciencias sociales.

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