La Quime (in extenso, Climiran María Rosa Tremblay de García García) -hija de la fortuna en horas y por horas- considera que es una espléndida ocasión para festejar, junto a sus cuatro hermanas, su sexagésimo cumpleaños. Nena Costamagna, la seudopodiatra (o podóloga «por defecto») que tratará de remediar el ojo de gallo que le impide calzarse sus distinguidos zapatos Spectator, se multiplicará hasta convertirse en el auditorio apropiado para que la Quime cuente cómo ella y sus hermanas estropearon su humilde destino de criadas al convertirse en intrigantes señoras.
Congénere de esta historia, desnuda de personajes imaginarios, Cescut construye, reconstruye y, finalmente, destruye su pueblo natal y su clan materno.