Una posible explicación a un verso de César Vallejo

Un hombre pasa con un pan al hombro.

César Vallejo

Una posible explicación sería pensar que, en ciertas épocas, existían panes tan grandes que los hombres debían, por su peso y magnitud, cargarlos en el hombro, por lo que era común, en ciertas épocas, ver hombres con panes al hombro caminar por las calles, sudando y lamiendo el hambre a cuestas.

Hoy, se dice, esos tiempos han pasado. Ya no se ven por las calles hombres con panes al hombro, porque los panes en nuestra época son chiquititos, flautitas o miñones, y caben todos juntos en una bolsita de polietileno, de color blanco por lo general; por eso hoy, en nuestra época, se ven hombres pasar por las calles con bolsitas de polietileno, de color blanco, por lo general, llevando panes en su interior, tan pequeños que no caben en un verso, y los panes de hoy ya no son poéticos, y ver a esos hombres zarandeando sus bolsitas blancas llevando panes en su interior, tan pequeños y tristes, no genera ninguna revolución, y ningún hombre suda con ellos, y ningún poeta escribe un verso, y ninguna memoria se abre y atesora, y es triste y extraño ver por las calles a hombres pasar con bolsita en mano, anestesiados por la comodidad de llevar bolsita y no tener que cargar el pan al hombro, por lo que agradecen a la Industria que los ha salvado de tamaña esclavitud, y, más de uno lo propone, con risas y festejos, en sus conversaciones dominicales, alzándolo como ejemplo a la hora de considerar nuestra época mejor que las anteriores, que ya no nos hace sudar cargando el pan al hombro y, por el contrario, nos ha brindado la posibilidad de transportar nuestro hambre en incontables pedacitos que caben todos juntos, uno encima de otro, en cómodas bolsitas, aunque muchos consideren que son insulsas, y proponen, como medida revolucionaria, cambiar su color al rojo.