«En toda relación en la que invertimos tiempo, ganas, amor, ilusiones, proyectos y anhelos, no conozco a ninguna persona que no desee con toda el alma que esta funcione. El hecho es que solemos aferrarnos a ese vínculo, aun cuando nos damos cuenta de que comienza a hacernos daño.»
Las relaciones en terapia intensiva son vínculos que deben terminarse. Si no pueden sanar, si es imposible que reciban el alta definitiva, entonces deberemos tomar fuerza y darles un final. Para que podamos llevar a cabo el fin de una relación sin idas y vueltas que profundicen las heridas, necesitamos identificar los síntomas de esa codependencia a la relación enferma. Siempre hay pautas, llamados de alerta, alarmas que se encienden, pero que muchas veces preferimos no escuchar. Así, transitamos ese vínculo de pareja con un velo que no nos permite advertir la clase de vida que estamos llevando.
Es mi deseo en este libro que puedas distinguir esas “señales” antes de que la relación entre a terapia intensiva y, si el final fuera inevitable, que tengas la entereza de salir dignamente.