1. Si pudieses decirle una cosa a Borges, ¿qué le dirías?
Lo que le dije en el año 1983, durante una conversación telefónica: “Gracias por haberme permitido ejercitar mi memoria. Recito versos suyos desde hace siete años, y espero seguir haciéndolo mucho tiempo más”. El azar o la cadena de hierro de la necesidad de la que habla Schopenhauer, me permitieron dar continuidad a ese antiguo deseo.
2. ¿Quién es para vos el número 2 de literatura argentina?
Adolfo Bioy Casares, y por varias razones: la clase, la elegancia y la falta de énfasis de su prosa memorable.
3. Es la noche en que Romeo y Julieta planean escaparse juntos, ¿qué les dirías?
Que se cumpla lo que les va a ser acordado: la muerte temprana y la perduración eterna.
4. Te nombran presidente de los escritores del mundo, ¿cuál es tu primera medida?
Suspender las presentaciones de libros (lo confieso: fui, como tantos otros, presentador y presentado). Conservar, eso sí, el pique del inicio y los tragos del final.
5. ¿Cuál pensás que es el rol del escritor en ésta época? ¿hay una misión, cumple una función? ¿cómo es tu caso?
No lo sé a ciencia cierta, pero esto seguramente guarda relación con mi edad, edad que me impide (y por varias razones) dar una respuesta adecuada a esos interrogantes.
6. Si no fueses escritor, ¿de qué otro modo fracasarías?
Jaja, es una buena pregunta. No lo sé, pero supongo que de la misma manera en que he fracasado en otros aspectos de mi vida.
7. Recomendanos un libro, una película, una canción, una bebida.
El libro: “Del lado de Swann” de Marcel Proust. La película: “Muerte en Venecia” de Luchino Visconti. La canción: “La bohemia” de Charles Aznavour. Una bébida: el café con leche.
8. Si pudieses elegir un superpoder, ¿cuál sería y qué harías con él?
El superpoder que no se nos va a otorgar nunca: un retorno a cierto momento de mi vida en el que recuerdo, si bien ya borrosamente, haber sido feliz.
9. ¿Recordás tu primera fascinación por la literatura? ¿Cuándo empezó tu necesidad o tu deseo de escribir? Queremos tu historia de origen.
La primera fascinación puede ser datada: 1968, La Plata, una antigua casa de dos plantas y yo leyendo “Corazón” de Edmundo de Amicis en una escalera recubierta con mármol. Mi deseo de escribir también está relacionado a La Plata: un viaje a comienzos de 2015, un paseo de cuatro horas por los lugares de mi infancia y la absoluta certeza de que tenía que empezar a “arreglar cuentas” con algunas deudas pendientes. Unas semanas más tarde, y ya de regreso en mi ciudad (Resistencia), comencé a escribir “Tata Dios”.
10. Si tuvieses que elegir uno, ¿cuál sería tu apocalipsis favorito?
Una mesa de café con los amigos de tantos años. Las risas, las discusiones diarias y el abrazo definitivo.
11. Estás muerto, pero te es permitido volver espectralmente a algún punto de tu vida y decirle algo a alguien: ¿a qué momento volvés y qué dirías a quién?
Al año 1981, a mi casa de entonces y con mis padres y mi hermano Ricardo vivos. Expresarles aquello que nunca pude decirles en vida: lo mucho que los quiero y el deseo de que tengan la más larga de las vidas.
12. ¿Por qué escribís? ¿Para qué? ¿Para quién?
No podría precisarlo. Pensé la respuesta varias horas y no di con ninguna adecuada, jaja. Supongo que uno escribe (y contra toda lógica) para una conciencia (la propia y las de los otros) que considera imperecedera y trascendente.
13. ¿Qué es un fantasma para vos? Si fueses a devenir en un monstruo, ¿cuál y por qué?
No lo sé a ciencia cierta. De los monstruos, creo que Drácula es el más atractivo y por varias razones que sería innecesario enumerar (a tal punto, creo, están la imaginación de todos).
14. ¿Cómo te ves en diez años? y, si pudieras viajar diez años al pasado, y decirte una cosa a vos mismo, ¿qué te dirías?
No creo que con grandes cambios (si así lo dicta “natura”): los cafés cotidianos, el recitado memorístico y solitario de poemas y párrafos, y algunos pequeños viajes. Si pudiese viajar al pasado me diría: “Los próximos diez años no serán todo lo malo que estás pensando”.
15. ¿Cuáles son tus escritores favoritos? ¿Cuáles son tus poetas?
Entre los novelistas: Jünger, Tomasi di Lampedusa, Bassani, Balzac, Proust, Yourcenar, Andric, Graves, Lérmontov y Bioy Casares. Entre los poetas: Borges.
16. ¿Qué es la mentira para vos? ¿Es posible no ejercerla? ¿Es humana o es culpa del lenguaje? ¿Existe la mentira estética? ¿Toda mentira es vil?
La antítesis de la verdad. No creo que sea posible no ejercerla. Es humana y también está en el lenguaje. Existe. No siempre es vil: muchas veces mentimos por compasión y, en algunas ocasiones, por olvido.
17. Estás agonizando y la única persona que está cerca es tu editor: con tu último aliento, qué es lo último que le dirías. (puede ser un reproche)
Jaja, no hay reproches para mis dos editores. Les pediría que conserven algunos volúmenes en los depósitos de sus editoriales. Nunca se sabe: siempre puede aparecer un lector desprevenido.
18. Si a punta de pistola tuvieses que narrar tu historia sentimental, en tercera persona y en dos líneas, ¿qué dirías?
Quiso y fue querido; también lo contrario.
19. Forma y contenido. ¿qué te es más arduo? ¿qué te interesa más y por qué?
La forma es más ardua; por eso me interesa más. Cuando memorizaba poemas de niño me interesaba el sonido de las palabras; el sentido me interesaba menos. Supongo que eso sobrevive todavía en mí.
20. ¿Le encontraste algún sentido a las cosas? ¿Sabés por qué te levantás cada mañana?
Contanos, ¿cómo hacés y por qué?
De muy joven otorgaba sentido a las cosas, a casi todas; con los años ese sentido se pierde. Es una lenta deriva. Me levanto de mañana porque es una de las pocas cosas que aprendí a hacer de manera adecuada y no podría hacer otra cosa.
21. ¿Recordás la última vez que viste o sentiste algo por primera vez?
Creo que sí, fue hace catorce meses: la certeza absoluta de la extinción de la vida en cada uno de nosotros. Esa noche estuve pensando en la frase memorable de un dandi francés ante un grupo de amigos pocos días antes de la Guerra franco-prusiana: “Señores, levantemos las copas. Todo termina con esto”.
Dejanos una canción que ames para que los lectores lean tus respuestas escuchándola.
La que mencioné hoy: “La bohemia” de Aznavour.
Juan Basterra nació en La Plata, Buenos Aires, el 27 de junio de 1959. Es profesor en Biología. Su novela “La cabeza de Ramírez” fue seleccionada para la antología bilingüe español-inglés “12 Narradores Argentinos 2016-2017”, editada por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Escribió también las novelas “Tata Dios” y “El amor y la peste”. Vivió en París y Barcelona. Reside en Resistencia, Chaco.