Sos una actriz pintada gritando en los faros, perro. Percibís la luz en los lugares equivocados. ¡Qué mal buscás! Qué mal. ¿Hace cuánto que estás parado en esta roca dándonos de comer de tu carne, Prometeo? Yo soy un ave marina depredadora, pero también el tiempo, pero también el silencio y la escollera en la que enterraste los pies. Vamos a tener que esperar la próxima tormenta para ver si afloja, si lográs zafarte y romper el reloj. Tenés una cara tan hermosa que me gustaría besarte el hígado mientras confesás tu peor secreto.
¿Vos llegaste para cuidarme /
para arreglarme /
para juntar mis pedazos /
ponerme bien prolijita?
Yo soy una isla, perro. Soy la sirena de marfil en la que pensás cuando te masturbás. Semen y lágrimas en mi tierra. A todo eso se lo va a llevar el mar y a vos se te va a romper la garganta de gritar. ¿A dónde querés ir? ¿No ves que te voy a picotear hasta llenarte de agujeros? Hasta que se te hinche el cuerpo y te conviertas en un molusco violeta, pegajoso. Animalito confundido. En definitiva, todos los muertos pesan lo mismo. A vos también te va a llevar el mar.
Limpiá, perro. Trapeá, perro. Lamete las llagas, no te gangrenes por favor. Ese corte. El tétanos. ¿Sabés de lo que hablo, no? Clostridium. Hay cosas que viven en el suelo, la saliva, el polvo y la mierda. Esos espasmos. Los nervios. Te voy a acariciar la mandíbula y el cuello porque soy Proteo, el viejo del mar, pero también puedo marearte y desordenarte la cabeza. Capturame y digo ¡guau! Ladro. Soy un lazarillo que puede predecir el futuro y tu castigo.
Un hombre hecho de bosque y astillas penetra a una lamia. Cabeza de mujer, cuerpo de dragón, sangre de tiburón. Arriba en el faro, ¿qué viste? ¿Fuego / te viste a vos / no viste nada? No tenés tentáculos. Y si los tuvieras, acá no sirven, perro.
Francisco Moulia
Matias De Rioja
Debret Viana